Sufrir un trastorno de ansiedad en nuestra sociedad hoy en día es un fenómeno muy frecuente. Se cree que una de cada diez personas consulta, al menos una vez en la vida, porque se siente tenso, ansioso o preocupado.
La ansiedad afecta tanto a la mente como al cuerpo. Son sensaciones o sentimientos como: miedo, aprensión, angustia, preocupación. Y también son síntomas corporales como: tensión muscular, sudoración excesiva, temblor, respiración agitada, palpitaciones, dolor de cabeza, de pecho o de espalda, etc...
La ansiedad es una reacción normal y necesaria, todo el mundo la experimenta en distintas situaciones. Y es en estos momentos delicados cuando un nivel moderado de ansiedad nos puede beneficiar. Por ejemplo: un estudiante que no sintiera cierta preocupación ante un examen, no sería bueno.
Por el contrario la ansiedad se convierte en un problema cuando surge en momentos en los que no hay peligro real, o cuando persiste después de que la situación de estrés, ha desaparecido.
Por eso decimos los psicólogos que es una reacción normal que no podemos hacer que desaparezca completamente de nuestra vida, pero si podemos aprender a manejarla y controlarla cuando es dañina e interrumpe nuestro día a día.
Hay diferentes causas por las que aparece un trastorno de ansiedad. Entre ellas podemos destacar:
- Por acumulación de tensión o estrés
- por el tipo de persona que es uno; hay personas que conocen la manera de enfrentarse y manejar la ansiedad mejor y otras que tienen que aprenderlo. Este es la labor del psicólogo.
Cuando limite su vida diaria, o cuando el malestar es tan grande que se hace verdaderamente incomodo; es el momento de acudir en busca de ayuda profesional.