La fobia social es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por una angustia intensa y duradera ante diversas situaciones de tipo interpersonal y social en las que la persona puede sentirse evaluada o valorada de forma crítica. El fóbico social presenta un temor irracional y desproporcionado a la desaprobación y al rechazo de los demás.
El fóbico social muestra una gran ansiedad y evita situaciones en las que tiene que estar en contacto con otras personas, especialmente situaciones como hablar en público, hablar con personas de más autoridad, ser observado e incluso comer, beber o escribir delante de otros. Teme ruborizarse, ser visto como alguien torpe o inseguro, y siente un verdadero terror a hacer el ridículo.
En la fobia social se producen una serie de distorsiones cognitivas, entre ellas están:
- Centrar la atención en uno mismo de forma excesiva
- Creer que los demás están pendientes exclusivamente de uno mismo
- Atender solo a los aspectos negativos y atribuirlos a fallos propios
- Recordar las experiencias de relaciones personales negativas y exagerarlas
- Infravalorarse, subestimando sus habilidades sociales
- Anticiparse negativamente a las consecuencias producidas de las relaciones sociales
- Estar excesivamente pendiente de la opinión de los demás sobre uno mismo.
Todos estos pensamientos negativos incrementan la angustia y dificulta un comportamiento social adecuado.
La fobia social genera numerosas limitaciones en la vida cotidiana. Además puede llegar a desembocar en otros trastornos de ansiedad más graves, como la agorafobia; en depresión y en alcoholismo, dado la tendencia del fóbico social a consumir alcohol para desinhibirse y así poder afrontar las situaciones temidas.