Publicado por la psicóloga Carmen Alonso el día 5 de Agosto de 2013

Psicólogos A Coruña. Carmen Alonso

La tristeza ante la pérdida de un ser querido

Todo el mundo sufrimos en alguna ocasión a lo largo de la vida la pérdida de‭ ‬alguien muy querido y cercano,‭ ‬este hecho constituye uno de los acontecimientos más estresantes y dolorosos de la vida,‭ ‬especialmente si se produce de un modo repentino y brutal.

Las pérdidas forman parte de la vida,‭ ‬y nos prepara para aceptar la nuestra propia.

Toda experiencia de pérdida viene acompañada de un proceso de adaptación,‭ ‬de una reacción emocional,‭ ‬que se caracteriza por la tristeza ante la ausencia de ese ser querido.‭ ‬A este proceso es a lo que se denomina Duelo.

El duelo es individual,‭ ‬que depende de aspectos personales y culturales,‭ ‬pero que es normal y necesario.‭ ‬Sin embargo,‭ ‬cuando no aparece,‭ ‬o cuando es muy intenso y prolongado en el tiempo se convierte en un Duelo Patológico,‭ ‬llegando a necesitar esa persona atención especializada.

Por lo general,‭ ‬en el duelo se distinguen una serie de etapas,‭ ‬las cuales no están delimitadas y‭ ‬varían en cada persona.‭ ‬Estas‭ ‬fases son:

‎ 1.‎ ‏Fase de choque o negación‭; ‬la persona doliente se siente bloqueada o paralizada,‭ ‬tiende a creer que la muerte no es real,‭ ‬y en ocasiones se rebela contra ella.‭ ‬Puede durar de horas‭ ‬a semanas,‭ ‬y se supera con ayuda del‭ ‬luto‭ ‬(rituales como el velatorio,‭ ‬entierro,‭ ‬etc...‭)‬.

‎ 2.‎ ‏Fase de reacción emocional‭ ‬aguda‭; ‬la muerte es aceptada por‭ ‬fin.‭ ‬Esta etapa se manifiesta con intenso malestar‭ ‬emocional‭ (‬angustia,‭ ‬tristeza,‭ ‬llanto incontrolable,‭ ‬etc...‭) ‬y‭ ‬a veces con molestias‭ ‬somáticas‭ (‬palpitaciones,‭ ‬molestias gástricas,‭ ‬dolor de cabeza,‭ ‬etc...‭)‬.‭ ‬En esta fase el doliente tiende a aislarse porque quiere estar solo,‭ ‬para pensar en la persona‭ ‬fallecida.‭ ‬Este período puede durar meses.

3. Fase de restitución‭; ‬la persona comienza a reconocer y aceptar lo que la pérdida ha significado en su vida,‭ ‬aquí es el final del duelo.‭ ‬Vuelve a disfrutar de actividades placenteras y sigue con su vida.

Las pérdidas más dolorosas y complicadas para aceptar son las que ocurren de forma inesperada y repentina,‎ ‏la muerte de un hijo y la muerte por suicidio de un ser querido.‭ ‬Todas tienen un alto riesgo de convertirse en duelos patológicos,‭ ‬y en ellas predominan‭ ‬los sentimientos de culpa.

No hay recetas mágicas para superar el‭ ‬dolor de la muerte de una persona,‭ ‬quizás el tiempo,‭ ‬el apoyo social y una vida con objetivos y metas ayuda a asimilar estas duras circunstancias que la vida nos pone delante,‭ ‬aunque no queramos.‭