Ir al psicólogo es una cuestión de salud, si has decidido acudir a la consulta en busca de ayuda psicológica es porque lo estás pasando mal y tienes problemas. Voy a intentar explicar brevemente en lo que consisten las terapias psicológicas, basándome sobre todo en la mía propia, ya que considero que el tratamiento será más eficaz y rápido si sabes lo que te vas a encontrar y lo que puedes o no esperar. Si tienes dudas pregunta siempre al profesional sobre su manera de trabajar antes de comenzar el tratamiento.
El psicólogo ante todo es un profesional de la salud mental, con cualificación necesaria para evaluar, diagnosticar y tratar los trastornos mentales con psicoterapia. La gran diferencia que tiene con el psiquiatra es que este último es Licenciado en Medicina y puede recetar fármacos. Tratan la misma problemática de distinta manera.
Hay muchas orientaciones o escuelas distintas dentro de la psicología, cada psicólogo adopta una o más maneras de trabajar con los pacientes, y aunque todas están contrastadas clínicamente no siempre se tiene el mismo resultado, variará en función del tipo de trastorno y personalidad de la persona que va a consulta.
Es importante que además de la entrevista clínica inicial, para recoger datos y formular primeras hipótesis del problema, el psicólogo pase algún test psicológico con el fin de recabar más datos objetivos sobre el paciente. También es básico este aspecto de la terapia para determinar el estado psicológico del paciente y decidir, dependiendo de la seriedad del mismo, sobre la derivación o no al psiquiatra. Esto es básico porque ayuda a contrastar el diagnóstico y la toma de medicación si fuera necesario.
Es primordial que el psicólogo a lo largo de las primeras sesiones de un diagnóstico ofrezca explicaciones de por qué se está manteniendo el problema, así como la terapia que va a seguir, junto con los aspectos que va a modificar.
La psicoterapia, en mi caso la de orientación cognitiva-conductual, consiste en enseñar una serie de técnicas y mandar alguna tarea para casa, con el objetivo de mejorar el estado del paciente. Porque el psicólogo además de escuchar, orientar y motivar a la persona que se encuentra mal, también debe de tener una serie de herramientas de trabajo. No hay que olvidar que la psicología está basada en teorías científicas.
Por otro lado, la frecuencia de las sesiones y duración del tratamiento depende del profesional y gravedad de la alteración psicológica. Lo que sí está claro es que con el tiempo tienen que hacerse más esporádicas, para evitar el fenómeno de "dependencia emocional" que el paciente suele desarrollar con el psicólogo. Esta fase es la de seguimiento, que consiste en conseguir que la persona vaya poco a poco normalizando su vida cotidiana sin la supervisión contínua del profesional.