Publicado por la psicóloga Carmen Alonso el día 1 de Septiembre de 2014

Psicólogos A Coruña. Carmen Alonso

Cuando ir al colegio se convierte en un drama: La fobia escolar

La fobia escolar es el rechazo por parte del niño a ir al colegio. Suele darse en niños con edades tempranas, comprendidas entre los cuatro y nueve años. Si aparece en niños mayores o adolescentes puede indicar problemas más graves.

Este proceso suele aparecer con molestias físicas y quejas (como ganas de vomitar, dolores de barriga, de cabeza, mareos, etc...) y negación por parte del niño de ir al colegio. Normalmente suelen mejorar de golpe cuando se le deja quedar en casa.

Esta fobia escolar es habitual que ocurra cuando el niño va por primera vez al colegio, o también, en años posteriores, los primeros días del curso académico. A veces en situaciones conflictivas como tener algún roce con compañeros o profesores, o cuando en el seno familiar ha ocurrido algún acontecimiento que suponga un cambio (separación de padres, mudanzas a otras ciudades, muerte de un ser querido, etc...) puede aparecer este fenómeno de fobia escolar.

Lo que ocurra a continuación con este tipo de fobia tras su inicio depende de como trate la familia y el colegio esta temática. Existe un acuerdo general de que estos niños deben incorporarse a la escuela lo más pronto posible. Cuanto más tiempo están fuera de ella, más difícil les será el regreso.

Hay métodos que son ineficaces, como el soborno, engatusar con halagos, amenazas o castigos físicos. Lo que hay que hacer es si existen síntomas físicos debería excluirse cualquier causa física real, que en la mayoría de los casos no es el problema. Después hay que mantener una postura firme ante el niño con el hecho de ir a clase. Le explicaremos que sabemos que está asustado, pero que nada le sucederá a él ni a los demás miembros de la familia mientras él está en el centro. Suele ser útil detallar al niño quien, como y cuando se le va a llevar a clase y lo mismo para la recogida.

Se debería del mismo modo poner en conocimiento al centro del problema, y seguir sus orientaciones.

Cuando se obliga a un niño a ir al colegio su enfado puede ser enorme, por lo tanto es importante que padres y maestros sepan manejar esta reacción hostil, manteniendo la calma.

Este problema hay que diferenciarlo del Trastorno de Ansiedad por Separación, en el cual el no querer ir al colegio es un síntoma característico, pero a diferencia en el Trastorno de Ansiedad por Separación el niño no quiere separarse de los padres ni ausentarse de casa para ir a cualquier sitio.