Publicado por la psicóloga Carmen Alonso el día 15 de Abril de 2016

Psicólogos A Coruña. Carmen Alonso

Causas de estrés más comunes en nuestros días

Cada vez que nos despertamos, todo es movimiento ahí fuera: gente que corre hacia su trabajo con un café en la mano como único desayuno, el autobús que se escapa, los interminables atascos, los cláxones que no paran de sonar, el reloj acuciándonos... Y a todo esto, ese cacharro sin el cual ya no sabemos vivir vibrando constantemente: correos, mensajes, llamadas perdidas y, para colmo de males, los "me gusta" de nuestras consecuentes aplicaciones sociales... No tenemos nada de tiempo, no existe el silencio ni el descanso. Solo podemos pensar en trabajar, comer, ir a casa, y preocuparnos de las obligaciones familiares, de las compras, las rutinas, las cuales se convierten en tareas tediosas. Y, no nos olvidemos, el magazine de moda que nos hace sentir culpables si no dedicamos al menos media hora del día a ejercitar nuestro cuerpo con el nuevo entrenamiento del momento... ¡Hay que sacar tiempo también para eso, aunque no lo hagamos por placer!

Con un ritmo frenético en el que todo gira en torno a unos rigurosos horarios, ¿a quién le extraña que aparezca el temido estrés? Estrés que, por cierto, nos hace vivir una vida para la que no hemos sido diseñados. Pues no. La culpa no es de las grandes ciudades, sino de los modelos que hemos creado. Nos hemos desconectado de nuestra propia mente y con ello, estamos castigando nuestro cuerpo que nos pide a gritos un descanso. Y no, no se trata de vacaciones. ¿Verdad que el móvil tampoco nos deja descansar aunque estemos en Barbados? Así somos...

Y es que necesitamos con urgencia, hoy más que nunca, volver a conectar con nuestro propio interior a diario, con el fin de poder enfrentarnos al mundo que hoy conocemos sin perder los nervios, la salud, la familia o el propio sentido de nuestra vida.

En Psicología Coruña se pretende, mediante el empleo de la terapia cognitivo-conductual, mirar en nuestro interior con otros ojos para modificar aquellas conductas que provocan que vivamos con estrés a diario, proporcionándonos de esta manera las herramientas necesarias para elaborar nuevas y sanas conductas que nos permitan vivir la vida plenamente sin sentir las consecuencias negativas que el estrés va dejando en nuestro organismo y las huellas que provoca en nuestra vida social. Y es que no se trata de modificar el exterior, sino los patrones internos de comportamiento que nos hacen reaccionar de maneras poco saludables.