Publicado por la psicóloga Carmen Alonso el día 19 de septiembre de 2016

Psicólogos A Coruña. Carmen Alonso

El trastorno obsesivo-compulsivo: a mi cabeza acuden muchos pensamientos, ¿esto es normal?

El trastorno obsesivo-compulsivo se cataloga dentro de los trastornos de ansiedad, lo mismo que las fobias, ansiedad generalizada o el ataque de pánico. La parte clave de este problema psicológico es la ansiedad, junto con la eterna duda; a la persona obsesiva le cuesta tomar hasta las decisiones más simples por miedo a equivocarse.

El trastorno,en sí, se caracteriza por un pensamiento o idea que invade la mente una y otra vez, machaconamente, sin poder eliminarlo de la cabeza por más que el sujeto lo intenta, lo cual provoca una terrible sensacion de malestar en la persona. A diferencia de la preocupación, ocasional y justificada, la obsesión suele tener un contenido de escasa trascendencia para otra persona ajena a la obsesiva.

Aunque la molestia y limitación sea muy elevada para el obsesivo, hay que decir que no es un trastorno mental grave, se considera una "pequeña locura"dentro del espectro de las patologias de la ansiedad.

Las ideas obsesivas o temores de estas personas son:

  1. Temor a que algo terrible le afecte a él u otras personas por su culpa. Incluso hay pacientes que tienen pánico cuando ven tijeras o cuchillos, pues viene a su cabeza la imagén de verse haciendo daño a alguién. Hecho que no va a a ocurrir nunca, puesto que el obsesivo ni esta loco ni es peligroso.
  2. Temor a perder la razón, sentido ético, moral y a hacer el ridículo.
  3. Temor a equivocarse de forma irreparable.
  4. A veces son palabras, imágenes o frases, que como ideas intrusivas, dominan el centro de atención del pensamiento.

Junto con la obsesión o idea machacona tiene lugar la compulsión, generalmente, un acto, cuyo fin es calmar la ansiedad y malestar que provoca el pensamiento obsesivo.

Lo normal es que el propio obsesivo reconozca lo exagerado e irracional de su comportamiento; pero no puede evitarlo. La angustia puede siempre con él.

El agotamiento, autodesprecio y estado de ánimo deprimido son circunstancias a las que, el obsesivo se ve abocado. Sólo la ayuda de un profesional de la salúd mental puede poner freno a su desesperación.