Publicado por la psicóloga Carmen Alonso el día 26 de Julio de 2019

Psicólogos A Coruña. Carmen Alonso

Depresión: ¿Enfermedad o trastorno?



Muchas veces cuando hablamos de la depresión empleamos los términos de enfermedad y trastorno como sinónimos. Sin embargo, existen diferencias entre ambas palabras y, por tanto, a lo que se refieren. La depresión es muy frecuente y afecta a millones de personas pero… ¿Cómo se debe definir?

 

¿Qué es la depresión?

La depresión es considerada como un trastorno emocional que se caracteriza por un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés y motivación en realidad diferentes actividades de la vida diaria. En otras palabras, afecta a los pensamientos y sentimientos y, normalmente, provoca altos niveles de negatividad y pesimismo.
No se trata de una tristeza pasajera que, aparece como reacción a momentos difíciles y que todos experimentamos. Normalmente, esa pesadumbre y melancolía no suelen ser patológicos pero, pueden llegar a serlo con el paso del tiempo. La depresión es más que una debilidad y requiere de un tratamiento específico para su recuperación.

 

Tipos de depresión

  1. Trastorno depresivo mayor: es el tipo de depresión más grave. Normalmente se caracteriza por la aparición de episodios depresivos de, como mínimo, dos semanas de duración. Es la que concentra un mayor número de síntomas y, cuando el paciente se muestra extremadamente pesimista y apático llegando a afectar a su rutina diaria.
  2. Distimia: el trastorno distímico es menos grave que el tipo anterior. Los síntomas no son tan intensos pero, pueden llegar a ser crónicos y, por lo tanto, a ser muy incapacitantes. En general, estos síntomas como la baja autoestima, el cansancio o la desesperanza pueden durar hasta dos años.
  3. Trastorno reactivo: se trata de la depresión reactiva y, aparece cuando nuestro estado de ánimo se ve alterado como respuesta a lo que sucede en el entorno. Es decir, el exterior es la principal causa de este tipo de trastorno.
  4. Trastorno ansioso-depresivo: en este caso se mezclan ambos trastornos. Es muy común que el paciente presente síntomas y episodios de ansiedad y depresión al mismo tiempo.
  5. Trastorno adaptativo: su causa es, básicamente, la mala adaptación a una nueva situación o, lugar que, en principio no tendría por qué suponer algo estresante a largo plazo. Se acompaña de sentimientos como desesperación y, el paciente se ve desbordado y no sabe cómo enfrentarse a ello. 
  6. Otros trastornos depresivos: trastorno bipolar, ciclotimia, depresión post parto, depresión post vacacional...

 

Trastorno y enfermedad

  1. Trastorno
  2. Se refiere a una alteración del estado de salud normal y no siempre está vinculado a una enfermedad. Puede afectar tanto a las funciones de la mente como del cuerpo. Además, es un término muy general que se emplea independientemente de la causa de la alteración. Es muy común emplearlo en salud mental para referirse a la perturbación de los procesos mentales.

  3. Enfermedad
  4. Se refiere a la aparición de una condición patológica de una parte del cuerpo, de un órgano o de un sistema por diversas causas que pueden ir desde la genética hasta el estrés. Una enfermedad debe presentar síntomas o cambios reconocibles en el cuerpo. Para que sea una enfermedad se deberá de cumplir por un lado, que el paciente tenga signos y síntomas identificables y, por otro, que presente alteraciones anatómicas o que tenga unas causas visibles y reconocibles por el especialista.

 

Diferencias entre enfermedad y trastorno mental

En algunos informes médicos o, en diferentes contextos clínicos, los conceptos de trastornos mentales se emplean para referirse a una enfermedad mental. La diferencia entre el trastorno mental y la enfermedad es que, el primero es susceptible a cambios. En otras palabras, los trastornos son entidades interactivas pero, la enfermedad es algo fijo.
Los trastornos mentales se relacionan con la salud psicológica pero, las enfermedades mentales no. Por ejemplo, una persona que ha sufrido la pérdida de un familiar puede desarrollar un trastorno depresivo. Sin embargo, no va a experimentar una enfermedad mental.
Por otro lado, los trastornos no son evidentes. No se muestran síntomas físicos y, las personas pueden seguir teniendo una vida normal ya que es posible que la persona ni siquiera se dé cuenta de que padece un trastorno.
Pero también se diferencian en su aparición. Una enfermedad mental suele estar presente desde la infancia e incapacita al individuo a desarrollar su actividad de la manera habitual. Un trastorno mental aparece cuando un individuo comienza a tener pensamientos o sentimientos que interfieren en su vida pero, que no lo incapacitan.

 

¿Por qué la depresión es un trastorno?

La depresión es un trastorno porque afecta al estado de ánimo o, en otras palabras, al humor. Generalmente, y salvo que se trate de un caso grave de depresión, no afecta a la vida diaria y rutinaria de la persona. Es decir, el individuo puede seguir realizando sus actividades cotidianas de manera normal, sin incapacidad pero, probablemente, con baja motivación. Probablemente, dicha persona sienta que no vale la pena moverse, hacer cosas o, cuando se trate de casos de gran gravedad, vivir.
Normalmente no se va desarrollando con el paso de los años, es decir, no es una enfermedad que aparezca y se mantenga fija. Normalmente, las personas que sufren depresión pueden padecerla o bien una vez en su vida o, como es habitual, por ráfagas. En otras palabras, esta desmotivación y estos sentimientos no son una constante de ahí que se considere más un trastorno que una enfermedad propiamente dicha.

La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes y, afecta a personas de todas las edades y de ambos sexos. Cuando se entra en un círculo de tristeza o melancolía lo recomendable es acudir a un especialista que te enseñe a gestionar esos sentimientos de pesadez que acaban con toda motivación. La depresión es un proceso duro al que nadie debe enfrentarse solo. La psicóloga Carmen Alonso te ayudará a superar el trastorno depresivo y a recuperar el interés.